La energía del impulso
Esta semana quiero compartirte algo que he descubierto en mis prácticas de movimientos cotidianos.
Cuando llevo tiempo más detenida o con movimientos minimalistas y repetitivos, necesito una energía extra que me ayude a enfocarme para salir del bucle.
Recordé que llevo tiempo regalando a mi alumnado la práctica del IMPULSO como un primer movimiento que nos lleva a la acción.
Desde ese lugar comenzando a…
explorar, distinguir, practicar y sentir
que me provoca esa energía que nace de una intención consciente
para descubrir los beneficios que me regala su práctica.
Es posible que en esta etapa que nos está tocando vivir te encuentres sin energía, observando como la motivación no llama a nuestra puerta, ni tan siquiera viene a visitarnos, hemos instalado un nuevo hábito sin apenas darnos cuenta, quizás lo tengas identificado o quizás aun no lo hayas explorado.
Sin duda alguna ha sido complicado en plena pandemia transformar la desgana, el agotamiento y la falta de energía en impulso creativo. ¿Verdad?
Yo me he visto realizando muchos esfuerzos para sentirme productiva y enfocada.
Y tú ¿cómo has experimentado la productividad?
De alguna manera esta sensación me ha llevado a explorar más profundamente la práctica del impulso consciente lo que me ha llevado a conseguir:
- regenerar mi vitalidad,
- rediseñar mis proyectos
- Potenciar mi creatividad.
Es por ello por lo que quiero regalarte algunas pautas para que puedas sumar conciencia a tu movimiento y conseguir lo que necesitas en etapas como esta.
¿QUE TE LIMITA?
Las emociones con la que afrontamos este momento nos posibilitan o limitan. En este caso, podría hablar del miedo a no llegar o no alcanzar donde queremos ir. Realizar esfuerzos excesivos es lo que nos impide movernos en la dirección necesaria para conseguir nuestros objetivos.
He aprendido que la energía vital del organismo tiene más protagonismo del que imaginamos, normalmente se lo adjudicamos a los pensamientos, a los mensajes que vienen de fuera oa todo aquello que nos repetimos de forma incansable.
Si pones atención en tu energía corporal al proyectar el día, te darás cuenta que la conversación que tienes y la que estás queriendo tener contigo, generan fuerzas contrapuestas.
Te pongo un ejemplo “tengo que hacer esto… y no tengo ganas de…”
¿Cuál es verbo que consumir toda la energía vital?
Cuando declaramos "Tengo que" ... nos lleva al esfuerzo y viene de la escasez necesito de algo que aún no ha emergido.
¿Cuántas veces al día te enganchas en el tengo que?
Te lo pregunto porque yo también lo he experimentado y para ello he necesitado sumar más y más conciencia a mi movimiento ya mi vida.
El tener que ... viene de la exigencia y crea una energía desgastante, apenas podemos percibirla hasta que nos sentimos abrumadas por ella.
NUEVO ENFOQUE
Prueba a enfocarte en la energía del “ querer” y del “voy a ” ,..
Una vez ahí es más fácil aprender a moverme en esa dirección ya dar el primer paso.
Tener que ... resta energía, la estanca, te abrumas, te deja agotado..
Voy a . .. te enfoca, te pone en acción y genera intención.
El impulso consciente viene detrás de la intención, foco y atención.
Hacia la cadera, las piernas, el pecho… tu eliges y te enfocas en llevar la atención y la respiración a ese lugar elegido
3.-Explora como te impulsas a la acción normalmente. Descubre tu hábito.
Recuerda las veces que has necesitado un impulso para ir a la acción, para una conversación, para levantarte por la mañana, para enfrentarte a un conflicto…
Encuentra el esfuerzo, la distracción, el pensamiento que te impide accionar y honra ese hábito para comenzar a transformarlo.
4.-Descubre en este momento la respiración, el movimiento y la energía disponible para la acción. La sensación en la práctica.
Tanto en los talleres que imparte en Movimiento Esencial como en sesiones individuales aplicadas frecuentemente a esta práctica.
Recuerdo el momento en el que los participantes descubren la energía del impulso y todas las posibilidades que les ofrece. Sus gestos, su vitalidad, su motivación toman protagonismo. Despiertan el coraje y el poder de decisión con tan sólo sumar conciencia al movimiento.
La práctica les permite desapegarse, desengancharse de todas aquellas creencias que le impiden el movimiento y se convierten en el motor de arranque.
Descubrir que hay muchos tipos de impulso, les ha permitido abrir el abanico de opciones y ampliar su capacidad de decisión.
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